- 1 Renovar los electrodomésticos
- 2 Consultar los horarios y planificar
- 3 Cambiar las bombillas
- 4 Aislar bien el inmueble
- 5 Adquirir un deshumidificador
- 6 No cubrir los radiadores
- 7 Mantener grifos en el lado del agua fría
- 8 Evitar mantener los aparatos electrónicos en reposo
- 9 Asegurarse de tener contratada la potencia óptima
- 10 Realizar un estudio comparativo
El invierno todavía no ha empezado, pero el descenso de las temperaturas ya anuncia su llegada, y con ella, la del aumento del consumo de energía. Para ayudarte con esto te presentamos 10 consejos para ahorrar energía en el hogar para que puedas disminuir tu factura eléctrica sin renunciar a lo mejor de los meses fríos.
Hay muchas cosas que amamos del otoño y del invierno. Las castañas asadas, las películas en el sofá, el chocolate caliente o simplemente pasar la tarde en casa oyendo caer la lluvia fuera… Desgraciadamente, la subida en los precios del consumo eléctrico ha convertido alguno de estos grandes placeres en pequeños lujos. Por esto, es conveniente poner en práctica ciertos hábitos que contribuyan a disminuir la factura.
¡Adéntrate en nuestro post para descubrir los 10 consejos para ahorrar energía en el hogar!
Renovar los electrodomésticos
Aunque puede suponer un esfuerzo, adquirir un electrodoméstico de alta eficiencia energética es muy recomendable. Pronto se verá compensado el desembolso inicial, sobre todo en el caso de los aparatos que más consumen.
El frigorífico
Al estar siempre está conectado, es el electrodoméstico que más consume en el hogar. Según la Red Eléctrica de España, supone alrededor de un 14% de la energía total consumida en una vivienda. Por eso debemos evitar abrir con frecuencia la puerta, introducir alimentos calientes o dejar que se acumule escarcha. Esto último puede elevar el consumo hasta en un 30%. Asimismo, tener una buena ventilación y alejarlo de fuentes de calor (el sol o el horno) hará que enfríe con más facilidad, mejorando su eficiencia.
La lavadora
Dado que su gasto se debe en un 80% al calentamiento del agua, para optimizar su consumo se recomienda no realizar lavados con temperaturas elevadas. La mayoría de fabricantes aconsejan lavar sus prendas entre los 30 y los 40º, restringiendo las temperaturas más altas a toallas o tejidos con manchas. Un buen centrifugado puede ayudarnos a prescindir de la secadora, o a reducir su consumo.
El horno
Los alimentos cocinados en el horno son muy sabrosos y, por su bajo consumo de aceite, también muy saludables, con lo que dependiendo de los hábitos de algunos hogares puede ser uno de los aparatos más utilizados a la hora de cocinar, alcanzando un 8% del consumo total. Para disminuir el gasto, podemos cortar los alimentos en trozos pequeños, evitar abrir la puerta o apagarlo unos minutos antes de que finalice el cocinado. De este modo nos valdremos del calor residual para completar la cocción. No menos importante es mantener una limpieza adecuada, ya que la grasa acumulada impide que el calor de distribuya de manera uniforme.
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Consultar los horarios y planificar
No debemos subestimar el gasto de los pequeños electrodomésticos. La plancha, la cafetera o la freidora, al generar calor, tienen un elevado consumo pese a contar con una potencia baja. Es conveniente planificar el uso de aparatos como la plancha en la medida de lo posible, y utilizarlos durante las horas de precio reducido.
Es posible controlarlo con facilidad gracias a aplicaciones y webs como https://tarifaluzhora/
Cambiar las bombillas
Según los cálculos de Xataca Home, el ahorro al pasar de una bombilla incandescente a una LED es de 1,6€/mes para 6 horas diarias. Por esto, aunque dichas bombillas tengan un coste más elevado que las tradicionales, pueden amortizarse en 1 año o 2, dependiendo del uso. En una oficina o local comercial compensaría mucho antes el desembolso, al cabo de unos 9 meses, teniendo en cuenta que una bombilla LED puede durar entre 10 y 15 años.
Aislar bien el inmueble
Tener un sistema eficiente de calefacción puede no ser suficiente si la vivienda no está bien aislada. Para ello, es recomendable que las ventanas estén fabricadas de algún material que asegure un buen aislamiento. En las tradicionales ventanas de aluminio se da el problema de que los marcos a menudo están fríos en invierno y calientes en verano. Esto es así porque el aluminio es un gran conductor térmico, lo que nos traslada la temperatura de fuera al interior del hogar. Para ello, en las instalaciones actuales, los perfiles de las ventanas suelen estar fabricados con materiales como el PVC o, en caso de ser de aluminio, contar con un material aislante que rompa la conductividad entre la capa exterior e interior del metal, lo que se conoce como rotura de puente térmico.
Otra vía frecuente de pérdida de calor es la puerta, por la que puede tanto escaparse el calor del interior como entrar el frío del exterior si existen holguras entre el marco y la hoja. Un modo sencillo de evitarlo es sellarla con una tira adhesiva o, algo más estético, taparla con un burlete.
Adquirir un deshumidificador
Parece mentira, pero adquirir un deshumidificador es uno de los 10 consejos para ahorrar energía en el hogar más efectivos, a menudo nos centramos en mejorar la temperatura del interior de la vivienda con sistemas de calefacción sin detenernos a pensar en la humedad, la cual es tan responsable del descenso de la temperatura ambiente como un mal aislamiento. Según la EPA (Agencia de Protección Ambiental, en Estados Unidos), el porcentaje de humedad ideal para un espacio cerrado oscila entre el 30 y el 50%; una humedad superior puede causar problemas respiratorios y de humedades. Un deshumidificador contribuirá a mantener la humedad adecuada dentro del hogar, además de disminuir hasta en 2ºC la sensación térmica.
No cubrir los radiadores
Algunas veces, sobre todo en hogares húmedos o climas muy lluviosos, podemos vernos tentados a cubrir los radiadores con prendas de ropa, ya sea para vestirla a una temperatura más agradable o para que termine de secarse. Aunque hacerlo durante unos minutos o de manera esporádica no suponga una gran merma en la temperatura del hogar, no debe convertirse en hábito, pues la ropa va a dificultar la salida de calor de los radiadores y, en caso de que esté húmeda, trasladar dicha humedad al ambiente, disminuyendo la temperatura. Por este mismo motivo, debemos evitar que los estores o cortinas se apoyen en los radiadores.
Mantener grifos en el lado del agua fría
Además de ahorrar agua evitando tener el grifo abierto mientras enjabonamos los platos o lavamos los dientes, es recomendable añadir a nuestra rutina este otro hábito de lo más sencillo, pero no por ello de menor importancia. Cuando abrimos un grifo, es probable que aun estando situado del lado del agua caliente, esta no llegue a salir si lo tenemos abierto durante tan solo unos segundos, ya sea para lavar algo o para coger agua para cocinar, por ejemplo. Sin embargo, el gasto comienza en el instante en que lo abrimos, por lo que estaremos pagando por un consumo del cual no estamos disfrutando en realidad. Por esto es preferible dejarlo del lado del agua fría y solo moverlo en caso de que necesitemos tenerlo abierto el tiempo suficiente.
Evitar mantener los aparatos electrónicos en reposo
Algunos aparatos eléctricos, como televisores, ordenadores o decodificadores, es frecuente que los mantengamos en reposo (o stand by), esto es, enchufados pero sin encender. Según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, en España) el conocido como consumo fantasma puede ser responsable de entre un 7 y un 11% del consumo anual en el hogar. Utilizar regletas o temporizadores que aseguren la desconexión de los aparatos mientras esperan a ser utilizados de nuevo nos ahorrará unos euros en nuestra factura cada año.
Asegurarse de tener contratada la potencia óptima
La potencia ideal dependerá tanto del número de personas que viven en la vivienda como del uso que estas hacen de los aparatos eléctricos. Podemos consultar la potencia contratada en el recibo, pero si el ICP (Interruptor de Control de Potencia) nunca ha cortado el suministro eléctrico mientras utilizamos varios electrodomésticos a la vez (lo que comúnmente conocemos como «saltar los plomos»), es posible que tengamos contratada más potencia de la que realmente necesitemos. Si bien un método casero de comprobarlo es conectar simultáneamente aparatos eléctricos hasta que el ICP interrumpa el suministro, existen métodos más recomendables, como los monitores de consumo o los contadores de luz digitales, que nos permiten registrar y modificar nuestra curva de carga. Otra opción es utilizar una calculadora de potencia online o contratar los servicios de un técnico electricista.
Realizar un estudio comparativo
Tan importante como contratar la potencia óptima es tener la tarifa adecuada: plana, con discriminación horaria… Dedicar unas horas a estudiar las diferentes opciones ayudará a tener la tarifa más apropiada para cada hogar y así evitar sustos.
Ahora que ya sabes cuáles son los 10 consejos para ahorrar energía en el hogar, no desperdicies ni un minuto más para ponerlos en práctica.

Redactora creativa para Emerxente. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, y aportando mi estilo, hacer que su mensaje llegue con mayor claridad a los lectores.